A pocas horas de su esperado encuentro con el presidente chino Xi Jinping en Corea del Sur, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este 29 de octubre que ha ordenado al Departamento de Defensa la reanudación inmediata de las pruebas de armas nucleares “en igualdad de condiciones” con otras potencias nucleares; informa SPR.
“El proceso comenzará de inmediato”, escribió Trump en su red social Truth Social, y justificó la decisión en el creciente ritmo de ensayos militares y desarrollos estratégicos de países rivales. La declaración se produce en un contexto internacional cargado de demostraciones de fuerza: el reciente desfile militar chino del 3 de septiembre, en el que Pekín exhibió su armamento frente a líderes como Vladimir Putin y Kim Jong-un, y las pruebas rusas de un dron submarino de propulsión nuclear anunciadas esta semana.
Según la Casa Blanca y el propio Donald Trump, la reactivación de pruebas responde a la percepción de un desbalance estratégico provocado por los ejercicios y adelantos militares de otras potencias.
El anuncio llega en un contexto de demostraciones de fuerza por parte de Pekín y Moscú. Apenas el 3 de septiembre, China celebró un imponente desfile militar en Pekín para conmemorar el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Asia. En el evento, la potencia asiática exhibió su poderío armamentístico, incluyendo misiles balísticos intercontinentales DF-41, aviones stealth J-20 y sistemas hipersónicos. Al desfile asistieron el presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un.
Horas antes del mensaje de Trump, Rusia confirmó el éxito de una segunda prueba nuclear en una semana. El miércoles 29 de octubre, Putin anunció en una reunión televisada con militares heridos en Ucrania que se había probado el dron submarino no tripulado «Poseidón», propulsado por energía nuclear y capaz de transportar una ojiva atómica. «Ayer se realizó otra prueba de otro sistema prometedor: el dispositivo submarino no tripulado ‘Poseidón’, también equipado con una unidad de energía nuclear», detalló Putin, enfatizando que «no hay forma de interceptar» el arma, diseñada para evadir defensas antimisiles y generar tsunamis radiactivos en costas enemigas.
Desde la firma del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT) en 1996, la arquitectura legal internacional que norma las pruebas ha enfrentado limitaciones: el CTBT no ha entrado en vigor plenamente debido a la falta de ratificación por parte de varios Estados clave. La reunión Trump-Xi, programada en un hotel de Seúl bajo estrictas medidas de seguridad, se centra oficialmente en comercio y desnuclearización norcoreana, pero no queda duda que el tema nuclear dominará las conversaciones.
Imagen portada: SPR



