Desmoralizados y con miedo, los migrantes tamaulipecos en Estados Unidos vivirán la conmemoración de la Independencia de México, pues enfrentan su peor momento en aquel país y evitan salir por temor a las deportaciones; publica MILENIO.
“Estamos viviendo una Alemania nazi, te detienen por el simple color de piel, ya no tenemos ningún derecho, es un racismo con tintes de fascismo”, dice Jay de León, presidente de la Federación de Clubes de Tamaulipecos en Houston. Subraya que hay tristeza entre los connacionales, ante la certeza de que pueden ser detenidos en cualquier momento.
En esa ciudad texana, la noche de El Grito se suele festejar dentro del Consulado con una pequeña kermés ante un grupo selecto de invitados. Pero los paisanos no se sustraían a la celebración y antes salían a festejar con amigos o parientes.
Eso quedó atrás y ahora los connacionales se mantendrán encerrados en sus hogares, porque el miedo a las deportaciones es más fuerte que sus ganas de conmemorar la efeméride. Comenta que muchos solteros ya enviaron sus pertenencias a sus lugares de origen y se han declarado listos para irse en caso de que les toque; tratándose de familias, la incertidumbre es mayor ante el riesgo de una separación.
“Vamos a celebrar las fechas patrias en los hogares porque está Migración pegando en muchos lugares; como mexicanos tenemos muy arraigadas nuestras costumbres, nuestra tradición y origen, pero ahora sabemos que no podemos ser tan explícitos en estos momentos”.
Condenados por su color de piel
El representante tamaulipeco sostiene que hay una represión muy fuerte, y sin importar el estatus migratorio de las personas las detienen, bastando solo su color de piel. Un drama al que se enfrentan cotidianamente y obliga a cargar pasaportes.
“Ahora está peor (la represión) porque le acaban de dar mucho más poder a Migración para que simplemente con el hecho de verte como un hispano te puedan detener, independientemente de su condición migratoria. Con todo esto no podemos salir”.

Jay de León lamenta que la Corte Suprema haya validado que se pueda parar a cualquiera por ser moreno, hablar con acento español o tener un trabajo humilde, condenando con ello a millones de latinos a vivir con miedo. Califica como deplorable que los demócratas guarden silencio ante tanta injusticia, siendo escasas las voces que, como en California y Chicago, expresan las violaciones a la ley.
“Estamos viviendo un caos, estamos viviendo una Alemania nazi, no tenemos ningún derecho, la Corte Suprema validó que el Departamento de Homeland Security pueda parar a un individuo por su color de piel, están eliminando el estado de derecho para las personas, veremos más padres esposados frente a sus hijos”.
Ni la Constitución de EU respetan
Afirma que nadie hace respetar la Constitución de Estados Unidos y se trata a los latinos como si fueran criminales. Lo más triste, añade, es que haya mucha indiferencia entre la propia comunidad latina al racismo “con tintes de fascismo”.
“No les importa (a autoridades de Estados Unidos) lo que está escrito en las leyes, se están tomando el atrevimiento de hacer llamamientos como si hubiera un rey, como si viviéramos en una monarquía, y qué triste para un país que supuestamente ha peleado toda su existencia por una democracia, que en su propio territorio esté reprimiendo a la gente”.
Houston, agrega, es una ciudad gobernada por el partido Demócrata y sus autoridades mantienen una buena relación con la comunidad latina, a la que apoyan.
“El Mayor de la ciudad es demócrata y participa mucho con la comunidad migrante, ha dicho que ellos no van a participar en las redadas, pues no están de acuerdo en los abusos de Donald Trump”.
El sheriff del condado Harris y la policía local respetan a las familias que llegaron a ocupar un pedazo de tierra en Estados Unidos, movidos solo por el deseo de dar un mejor nivel de vida a sus seres queridos.
“Ellos han expresado públicamente que no van a participar en las redadas, solo actuarán en casos especiales donde un inmigrante cometa algún delito grave, ahí sí, lógicamente va a ser detenido e interviene Migración, pero fuera de ello no van a hostigar a los paisanos”.

Y aunque tienen al gobierno local de su lado, el embate de las autoridades federales contra los migrantes ya es, dice, algo que se vive todos los días y a todas horas.
Otro factor que juega en favor de los mexicanos en Texas es que son los indocumentados de otros países los que más están en la mira de Estados Unidos durante la ofensiva que ha desplegado Trump en su segundo mandato.
“Los agentes federales se han ido a hacer redadas en los apartamentos y áreas de trabajo, pero en el caso de Houston hemos visto que es en los complejos donde están quienes llegaron en las caravanas, como los nicaragüenses, los guatemaltecos, los que tenían permisos y les fueron negados o cancelados. Traen las ubicaciones de ellos, y en el 90% de los casos van directo”.
Un despertar que sacude a la comunidad
Jay de León subraya que es muy triste todo lo que viven los migrantes en Estados Unidos, pero estima que a la vez es un despertar que necesariamente tenía que llegar.
“Se estaba viviendo en el conformismo, muchas personas con tantos años acá no habían podido lograr nada, porque se acostumbraron a vivir en este sistema y solamente era trabajar, dormir y hacer fiestas, sin preocuparse por un futuro”.
Se reflexiona, dice, que cuando ese país brindó las oportunidades no se supieron aprovechar y se llegó a olvidar el verdadero propósito del sueño americano.
“Veníamos con una mochila llena de sueños, de planes, pero al paso del tiempo la gente fue dejando esa mochila olvidada en la orilla de cualquier calle y creyó que esto iba a ser permanente. Ahora, sabiendo que estamos en un país ajeno, sin un estatus, vemos que no es así, que ellos (gobierno de Estados Unidos) pueden tomar las decisiones que quieran y cambiar el rumbo de muchas vidas”.
El presidente de la Federación de Clubes de Tamaulipecos en Houston ha atestiguado deportaciones en aquel lugar, momentos que, dice, son tristes y estremecedores.
“Familias dejan a sus hijos, inclusive un conocido fue a dejar a su hija a la escuela y ahí fue arrestado, esa incertidumbre de no saber quién se va a hacer cargo de tu hijo es muy fuerte, es una problemática grande”.

Pide que el Gobierno de México fije una postura firme, ya que el país es un pilar para la economía estadounidense y comparten demasiados vínculos “por más que el Presidente Trump no lo quiera aceptar”.
“Yo creo que hay que ser rígidos y hacer valer las políticas y las leyes internacionales que están ahí, para que los derechos de los migrantes no sean quebrantados de esa manera tan drástica, y que tengan los protocolos para poder lograr la reunificación de las familias en caso de ser separadas”.
Juzgados por la apariencia
Recuerda que cuando él llegó a Estados Unidos, siendo apenas un muchacho, su destino inmediato fueron los campos de cultivo. Bajo el sol ardiente levantaba frutas y verduras, con las manos cansadas y la espalda encorvada, pero con la mirada fija en un futuro distinto.
“Siempre creí que este país, con todo lo duro que pudiera ser, ofrecía una oportunidad si uno estaba dispuesto a trabajar. Con el tiempo, el sudor de esos días en el campo se transformó en las bases de una empresa de construcción, hoy genero empleos para otros, contribuyo a la economía y siembro oportunidades, tal como otros sembraron en mí la esperanza de un mañana mejor”.
Sin embargo, a pesar de todo ese esfuerzo, sigue habiendo algo que duele: ser juzgado por la apariencia. “Como si mis rasgos o mi acento fueran suficientes para etiquetarme como extranjero, como alguien que no pertenece”.
No pide privilegios, pide respeto. Que se les vea no solo como trabajadores, sino como ciudadanos, como padres de familia, como empresarios, como parte esencial del tejido de ese país.
“Porque si algo he aprendido desde mis días en el campo hasta hoy, es que la verdadera grandeza no está en excluir, sino en reconocer lo que cada uno aporta, y por más que nos odien en este gobierno, su población sigue amando el tequila, las fajitas, el guacamole, las cervezas mexicanas, los mariachis e incluso nuestras mujeres, pero sobre todo, lo que hace que su economía se fortalezca con nuestra mano de obra y nuestras capacidades para aprender”, concluye.
Imagen portada: MILENIO
https://www.milenio.com/estados/migrantes-eu-viviran-miedo-independencia-mexico