‘Los Legionarios de Cristo’ de Marcial Maciel y la negligencia del Vaticano

Víctimas del sacerdote aseguran que tenía una adicción a la morfina.
AguaQuemada

agosto 27, 2025

En el primer capítulo de la serie-documental de HBO Max, Marcial Maciel: El lobo de Dios, se muestra cómo el sacerdote formó Los Legionarios de Cristo a costa de mujeres viudas que convencía con sus habilidades de comunicación y manipulación; publica MILENIO.

En el episodio se muestra cómo Maciel tuvo la habilidad de conseguir una gran cantidad de dinero para adquirir la Quinta Pacelli, ubicada en la Ciudad de México, una hacienda con distintas amenidades con las que convencía a sus víctimas y familiares para unirse. Sin embargo, esa no fue la única propiedad que adquirió el sacerdote.

MILENIO te cuenta cómo es que Marcial Maciel construyó su imperio de abusos con la negligencia del propio Vaticano. Estas fueron las propiedades que quedaron manchadas por sus escándalos sexuales.

Maciel por el mundo: Las propiedades donde cometía los abusos

Para 1950, Marcial Maciel tenía 30 años de edad, de los cuales los últimos seis había trabajado para consagrarse como un importante sacerdote de la iglesia católica. Por lo cual, su siguiente paso era llevar al siguiente nivel la estructura de su congregación.

Para lograrlo —como se reveló en el primer episodio de la serie—, el sacerdote llevó su creencia religiosa al continente europeo, especialmente a España e Italia, donde Maciel se relacionó con, lo que los expertos calificaron como, personas de poder que le servían para cumplir sus objetivos.

En el caso de Italia, el sacerdote michoacano se relacionó directamente con el Papa Pio XII, quien vio en Los Legionarios de Cristo una mina de oro que podría beneficiar directamente a Roma y al Vaticano.

Aprovechándose de esta relación bilateral, Maciel instauró el Centro de Estudios Superiores de la Legión de Cristo en Roma, en el Colegio Máximo, una propiedad que adquirió con las ganancias y donaciones de sus seguidores y con el voto de confianza del propio Vaticano.

Maciel sobornó a algunos cardenales del Vaticano. (Imagen: MILENIO)

​En el segundo capítulo de la serie de HBO MAX narran que el sacerdote comenzó a llevar niños mexicanos a estudiar su palabra en Roma, entre ellos un joven de tan sólo 15 años llamado Juan José Vaca.

Vaca recuerda que Maciel llevó a Roma representantes de su secta religiosa entre los 16 y 20 años de edad, pero que con él hizo una excepción, ya que su intención era otra: abusar sexualmente de él.

“Me decía que le dolía y me pedía que le sobara. Me decía que me iba a enseñar a cómo hacerlo… Tocó mi miembro y en ese momento me sentí en shock, petrificado. Después me sentí como un sonámbulo, me fui a mi cama, pero sentí que algo malo había ocurrido. Siento que no dormí esa noche”, contó una de las 60 víctimas de Maciel que reconocieron Los Legionarios de Cristo.

Juan José Vaca recordó que, tras los primeros abusos del sacerdote, confrontó directamente a Maciel para indicarle que se sentía mal por lo que estaban haciendo y que no iba a poder comulgar nunca más; sin embargo, aseguró, el legionario le concedió el perdón de Dios y le dijo que sólo lo estaba ayudando con su enfermedad.

Sobre sus abusos sexuales en Roma, la periodista de investigación Carmen Aristegui siempre ha considerado que Maciel se convirtió en una figura religiosa intocable gracias a la negligencia del Vaticano.

Mientras el poder de Marcial Maciel crecía en la esfera religiosa, los casos de abusos también aumentaban. En el documental sobre sus crímenes relatan que durante más de una década, el sacerdote iba y venía entre España e Italia abusando de menores de edad como Vaca.

En España, el pederasta se hizo de una tercera propiedad a costa de las ganancias de Los Legionarios de Cristoel Hotel Ontaneda, un recinto que, según recuerda el feligrés Alejandro Espinosa, tenía piscina y balnearios de aguas termales.

Para ese entonces, Espinosa recuerda que Maciel se le acercaba para preguntarle cuál era su relación con los niños, esperando encontrar en otros la confesión que se llevó a la tumba el michoacano.

De esta manera, para antes de la década de los 60, el sacerdote tenía al menos tres propiedades en tres países distintos:

  • Quinta Picelli: Ciudad de México.
  • Colegio Máximo: Roma, Italia.
  • Hotel Ontaneda: España

El origen de Instituto Cumbres

A pesar de que Maciel tenía una gran influencia en la esfera religiosa del mundo, en Italia comenzaron a sospechar de sus crímenes y se oponían a la forma en la que quería dirigir a los Jesuitas, por lo que lo expulsaron del país, se muestra en el documental de HBO MAX.

Sin embargo, esto no le afectó a Maciel, quien a su regreso a México continuó con su modus operandi de seducir a viudas adineradas para quitarles su fortuna y usar el dinero para crecer su secta religiosa.

Una de esas señoras fue Flora Garza Barragán, una joven que enviudó de uno de los hombres más ricos de México, pero que tras conocer a Maciel donó gran parte de su fortuna a la causa de Los Legionarios de Cristo, secta religiosa que tras destaparse los escándalos sexuales de su fundador, ella misma pidió que desapareciera.

“Maciel fue un gran sinvergüenza. La legión debe desaparecer, nada de refundarse, eso es seguir con el cochinero”, dijo en una entrevista al medio Hipócrita Lector.

Invesigacines sobre los crímenes de Maciel revelan cómo el michoacano tenía un don de convencimiento y habilidad para relacionarse con las altas esferas del país.

Además, se descubrió que la fortuna de Flora fue la que le permitió al padre crear el Instituto Cumbres (1954), una institución académica con la que Marcial quería reproducir a la élite de México y mantenerse cerca de la clase alta del país.

En el documental señalan que Los Legionarios de Cristo, así como otras congregaciones religiosas como el Opus Dei y Los Jesuitas, siempre han buscado abrir centros educativos para difundir su ideología.

“Las escuelas son actividades de marcado para los Legionarios”, dice el periodista Jason Berry, investigador de los crímenes de Maciel.

En la actualidad, el Instituto Cumbres es un colegio que sigue operando con la consigna de ser privado, bilingüe y cristiano.

El instituto Cumbres aún sigue operando. (Imagen: Especial / MILENIO)

Las adicciones de Maciel, primer foco rojo

En el segundo capítulo del documental también se muestra la razón por la que Maciel fue expulsado de Roma, luego de que el Vaticano se diera cuenta de que el sacerdote tenía problemas de drogadicción.

Uno de sus seguidores del Colegio Máximo aseguró que Maciel llevaba a los niños a la enfermería del lugar para abusar de ellos, con el pretexto de que estaba enfermo:

“Me pidió que le diera masajes en sus zonas íntimas (…) Fingió explicarme donde le dolía, se desató el pantalón, la bragueta y empezó a manipularme. Me hizo una masturbación realmente terrible (…). Me dijo que no le dijera a nadie de su enfermedad, era su forma de disfrazar lo que estaba haciendo (…) Una vez en Misa levantó los brazos y se le alzó la camisa y ahí me di cuenta de que tenía piquetes en el cuerpo”.

Ese no fue el único testimonio sobre las adicciones de Maciel, Juan José Vaca y Alejandro Espinosa también aseguraron haber visto cómo el sacerdote se inyectaba un calmante, para supuestamente controlar el dolor que sentía.

Vaca señaló que se trataba de Dolantina, un fármaco derivado de la morfina al que Marcial Maciel era adicto.

Las víctimas del michoacano señalan que el padre se acababa una caja de morfina en un sólo día. Según los testimonios, se inyectaba en las venas de los dedos.

Juan José Vaca recuerda que en una ocasión Maciel llegó hasta el hospital por una sobredosis. La víctima del sacerdote le estaba haciendo compañía en la clínica cuando un importante personaje del Vaticano (el cardenal Valerio Valeri) apareció y le pidió que se fuera a su colegio. Esa fue la primera vez que comenzaron a sospechar del padre.

“Después de eso nos dicen que el Vaticano ha reunido a los apóstoles para entrevistarnos sobre nuestro fundador. Nos hicieron jurar sobre la biblia”, contó Vaca para HBO MAX, quien nunca delató a Maciel porque para él era como el mismo Papa.

El entrevistado contó que les preguntaron sobre cómo se sentían con Maciel y cuál era su relación con él. Sin embargo, las víctimas mintieron porque, supuestamente, desarrollaron una especie de Síndrome de Estocolmo, mucho antes de que el término existiera.

Tras su problema con las drogas, Los Legionarios de Cristo fueron expulsados de Roma, por lo que Maciel tuvo que ir a África, junto con Vaca, para conseguir más morfina.

“Conseguimos por algunos médicos la droga con el dinero que yo les ofrecía (…) Una vez encontré a Maciel casi ahogándose en una tina de agua. Le di unas cachetadas en la cara. Tarde en que se reanimaran. Se había puesto 24 ampollas (de morfina) en dos horas. Llevaba 40 días seguidos inyectándose. Le salvé la vida. Al día siguiente lo llevaron a un centro médico para lavarle la sangre”, aseguró Vaca.

Sin embargo, el 9 de octubre de 1958 murió el Papa Pio XII, por lo que las investigaciones sobre Maciel desaparecieron y se olvidó el escándalo de drogadicción. Años después, con su sucesor Pablo VI (en 1965) El Vaticano reconoció universalmente a Los Legionarios de Cristo.

Por su parte, Juan José Vaca señaló que tras darse cuenta de que lo que estaba haciendo Maciel era incorrecto comenzó a llenar una bitácora con los abusos del sacerdote, informe que un día desapareció.

El Vaticano pudo parar a Maciel antes de que continuara los abusos. (Imagen: MILENIO)

Marcial Maciel y el Vaticano

En el libro Marcial Maciel: Historia de un Criminal, de Carmen Aristegui, la periodista entrevistó al investigador documentalista Jason Berry, quien aseguró que un cardenal del Vaticano (Sodano) recibió dinero de Los Legionarios de Cristo para cubrir algunos delitos del sacerdote michoacano.

“Sodano era el protector de Maciel”, se lee en el reportaje de la periodista

Por su parte, el experto sobre el caso consideró que la relación de Juan Pablo II Y Maciel tuvo que ver con idea de confiar en una persona que representara la religión católica de una forma tradicional, a pesar de los rumores sobre que era un pederasta. Por lo que nunca lo quiso investigar:

“Es una vergüenza para ellos (los sacerdotes del Vaticano). No quiere reconocerlo ‘Sí, yo le di dinero a un pedófilo; sí, yo le di dinero al hombre que el papa corrió de Roma (Pio XII); sí, yo le di dinero a un sacerdote que abusó sexualmente de su propio hijo’. No quieren reconocerlo, sólo quieren que desaparezca.

Imagen portada: Pexels

https://www.milenio.com/policia/marcial-maciel-fundo-el-instituto-cumbres-relacion-con-vaticano

Fuente:

// Con información de MILENIO

Vía / Autor

// Staff

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