Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se reunieron este 23 de octubre en Bruselas para reafirmar su apoyo a Ucrania y aprobar un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, mientras debaten un préstamo de 140 mil millones de euros para garantizar la ayuda financiera a Kiev; reporta SPR.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reafirmó el compromiso de su país con Ucrania tras reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky. Macron destacó en su red social X que “acogió con satisfacción” las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos y las acordadas por la Unión Europea, cuyo objetivo es “aumentar la presión” sobre Rusia y lograr un alto al fuego “inmediato e incondicional” en el país invadido.
El mandatario francés reiteró que Francia seguirá apoyando a Ucrania, junto con sus socios europeos y en coordinación con Estados Unidos, para “lograr una paz justa y duradera”, y subrayó que los países europeos están decididos a mantener la presión sobre Moscú hasta alcanzar ese propósito.
La Unión Europea alcanzó también un acuerdo político para aplicar su decimonoveno paquete de sanciones contra Rusia, que adelanta a 2027 el veto al transporte de gas natural licuado (GNL) y amplía las medidas contra la llamada “flota fantasma” rusa, utilizada para evadir las restricciones al petróleo.
Por su parte, Zelensky, agradeció las nuevas sanciones y pidió a los líderes europeos y estadounidenses mantener la presión sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, para alcanzar un alto al fuego.
Además, los líderes europeos debatieron el posible uso de los intereses generados por los activos rusos congelados para financiar la ayuda a Ucrania, aunque Bélgica expresó reservas, al ser el país que alberga la mayoría de esos fondos y teme represalias de Moscú.
Mientras se consolida el consenso en torno al apoyo a Ucrania, la cumbre también abordó temas relacionados con el clima y la competitividad económica. Los líderes coincidieron en la necesidad de simplificar normas y reducir la burocracia para fortalecer la economía europea frente a los desafíos de la transición ecológica.
Asimismo, se discutió la prohibición de vender coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035, una medida que ha generado divisiones entre algunos países. En vísperas de la cumbre, el canciller alemán, Friedrich Merz, y el primer ministro eslovaco, Robert Fico, ambos críticos con esta legislación europea, se reunieron para abordar el futuro de la industria automotriz en la región.
Imagen portada: SPR



