Con el nombre de Guardianes de Lucifer, fue inaugurado, de manera discreta, el primer templo satánico en Coahuila. El grupo, cuya sede permanece en secreto en la capital del estado, se presentó públicamente a través de redes sociales y encendió un debate sobre la proliferación de nuevas corrientes oscuras y esotéricas en México; publica MILENIO.
El anuncio se difundió desde la página de Facebook Fenómeno Paranormal Saltillo, espacio dedicado a compartir experiencias relacionadas con lo sobrenatural.
En la publicación, los promotores de este movimiento dieron a conocer la existencia de una congregación que rinde culto a Lucifer y que, además, reserva un lugar especial para la veneración de la Santa Muerte.
Aunque el acto inaugural no contó con medios de comunicación ni convocatoria abierta, circuló material gráfico de un encuentro privado entre líderes espirituales vinculados a corrientes del ocultismo.
En las imágenes se aprecian símbolos, rituales y un espacio decorado con una estética sombría que busca representar al “Señor de las Tinieblas”.
¿Cómo es el templo?
La presentación oficial reunió a ocho personas, quienes se identifican como “hermanos” y ocultaron su rostro con máscaras. Entre ellos mostraron objetos rituales, representaciones demoníacas y elementos propios del satanismo moderno.
Declararon que en ese recinto realizan ceremonias y ritos de iniciación que, según explicaron, siguen tradiciones antiguas adaptadas a los tiempos actuales.
El lugar descrito como templo presenta paredes en tonos negros y rojos, pentagramas, imágenes de Leviatán y Baphomet, además de figuras asociadas al diablo, Lucifer y Satanás.

Todo ello, de acuerdo con los promotores, tiene el propósito de crear un ambiente de introspección espiritual y de desafío a las creencias tradicionales.
La ubicación exacta del templo no ha sido revelada, lo que añade un halo de misterio en torno al grupo. Lo cierto es que el satanismo ha ganado presencia en los últimos años en todo el país, particularmente en la Ciudad de México, donde existen capillas y altares a la vista de cualquiera.
¿Libertad de culto o amenaza religiosa? Abren debate en redes
Los Guardianes de Lucifer mantienen cuentas en plataformas como Facebook y TikTok, en las que se definen como “un grupo de estudio esotérico dedicado a explorar las profundidades del sendero de la mano izquierda”.
En sus publicaciones comparten fragmentos de rituales, entre ellos la llamada “misa negra” y supuestas ceremonias de iniciación.
@guardianesdelucifer Guardianes de Lucifer Saltillo, Coahuila #manoizquierda #satanismo #lucifer #luciferianismo ♬ sonido original – Guardianes de Lucifer
En su página web oficial se describen de la siguiente manera: “Los Guardianes de Lucifer es un grupo de estudio esotérico dedicado a explorar las profundidades del sendero de la mano izquierda. Sus miembros, individuos de diversas procedencias, se reúnen en secreto para desentrañar los misterios ocultos y las enseñanzas prohibidas asociadas con Lucifer, el portador de luz”.
La polémica se encendió rápidamente en redes sociales. Mientras algunos usuarios defendieron la libertad de culto, otros lo calificaron como una amenaza espiritual.
Hasta ahora, la Diócesis de Saltillo no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la aparición del templo.
La advertencia de la Diócesis
Cabe recordar que en julio, el sacerdote Vicente Eliamar Vega Carrales, encargado de la Pastoral de la Vida y exorcista de la Diócesis, alertó sobre la existencia de prácticas de santería en el centro de Saltillo.
Según explicó, en dichos rituales se involucran sacrificios de animales, y señaló que no pocas personas se acercan a estas sectas en busca de sentido, poder o dinero.
“El vacío de Dios, la desesperanza y hasta la moda llevan a muchos a experimentar con lo oculto; sin embargo, esas experiencias, lejos de sanar, dejan daños psicológicos, físicos y espirituales”, advirtió el sacerdote.
Consultada por MILENIO sobre el surgimiento de los Guardianes de Lucifer, la Diócesis informó que, por ahora, se reservará su opinión oficial.
¿Un culto peligroso?
El crecimiento de templos y capillas de corte satánico en México preocupa a las autoridades. En julio pasado, en Pachuca, Hidalgo, dos agentes de investigación fueron asesinados por integrantes de la llamada Capilla del Angelito Negro 666.
Dicho recinto rendía culto a Satanás y a la Santa Muerte, además de ofrecer servicios de brujería como amarres, limpias y despojos. La tragedia puso en la mira nacional a este tipo de movimientos, que a menudo utilizan redes sociales para reclutar seguidores.
En sus páginas, presentan sus prácticas como actos de fe “con respeto, amor y sabiduría”, aunque los hechos violentos asociados generan alarma social.
Crece la adoración al diablo
Especialistas en religiones alternativas señalan que la Ciudad de México, especialmente barrios como Tepito, ha sido un terreno fértil para el surgimiento de cultos relacionados con el satanismo.
Allí se encuentran capillas públicas dedicadas tanto a la Santa Muerte como al llamado “Ángel Negro”.
En estas expresiones, la veneración a Lucifer se mezcla con elementos de la cultura popular mexicana y del catolicismo popular, dando origen a un sincretismo único.
Muchos de sus seguidores afirman que no se trata de “adorar el mal”, sino de buscar poder personal, protección o venganza frente a las adversidades; sin embargo, el trasfondo de estas prácticas conecta con movimientos internacionales.
El satanismo contemporáneo tomó fuerza en 1966 con la fundación de la Iglesia de Satán por Anton Szandor LaVey, en San Francisco, California.
¿Cómo fue la influencia de Anton LaVey?
LaVey se convirtió en una figura central del satanismo moderno. En 1969 publicó La Biblia Satánica, un texto en el que estableció los principios de su doctrina: autoindulgencia en lugar de abstinencia, venganza en vez de perdón y la exaltación del individualismo frente al colectivismo religioso.
El movimiento, conocido como satanismo laveyano, no se basa en la adoración de un ser sobrenatural, sino en el uso de Satán como símbolo de rebeldía y libertad frente a los dogmas.
Aun así, su estética ritual y la provocación a la tradición cristiana lo convirtieron en un fenómeno cultural de gran impacto.

LaVey murió en 1997, a los 67 años, poco antes de Halloween.
El hecho de que su acta de defunción registrara el 31 de octubre alimentó rumores sobre un supuesto pacto final con Satanás, aunque en realidad falleció por un edema pulmonar en un hospital de San Francisco.
Entre el misterio y la polémica
El caso de los Guardianes de Lucifer en Saltillo se suma a esta historia de sincretismos y polémicas.
Para algunos, representa un peligro espiritual y social; para otros, un ejercicio legítimo de la libertad de culto en un país laico.
Por ahora, el grupo continúa en el anonimato, publicando videos, fotografías y mensajes en sus redes. La incógnita sobre la ubicación de su templo y la naturaleza exacta de sus rituales mantiene viva la curiosidad de creyentes y detractores.
@guardianesdelucifer Somos una hermandad, Somos Los Guardianes de Lucifer #manoizquierda #manoizquierda #satanismo #lucifer ♬ sonido original – operamoments
Lo cierto es que, en medio de un contexto de violencia, incertidumbre y búsqueda de sentido, movimientos como este encuentran terreno fértil para crecer. La pregunta que surge es si se trata de una moda pasajera, un refugio espiritual para algunos o un riesgo latente para la comunidad.
Imagen portada: MILENIO
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