Por José Jaime Ruiz
En una carta aclaratoria, Beatriz Gutiérrez Müller asegura que es independiente de la política, pero nadie es independiente de la política, su misiva pública por ningún lado es independiente de la política porque es, en esencia, una carta política. Como lo fue su frase “no soy médico”; como lo fueron sus encuentros con el Papa Francisco y con Brigitte Macron; como lo fue su postura y su compostura en “Un día sin mujeres”; como lo fueron sus críticas a Ralph Lauren y a Elon Musk; como lo fue la petición de perdón a la monarquía española y su iniciativa de regresar el penacho de Moctezuma.
Aclarado lo anterior, es bueno saber que Beatriz Gutiérrez Müller vive en México con su hijo Jesús Ernesto, que trabaja en México y que no se arrodillará ante Felipe VI y la monarquía española, a pesar de que su madre mantiene esa nacionalidad. Beatriz escribe sobre los “calumniadores profesionales de la derecha más rancia y corrupta”. Pienso en Enrique Krauze, súbdito de la monarquía española y quien, ni por asomo, critica a su soberano Felipe VI.
No son necesarias mayores aclaraciones a pesar de que Joan Guirado, periodista del diario español ABC, en entrevista con Azucena Uresti, mencionó que el medio mantiene su información, pues indicó que por ahora Beatriz Gutiérrez Müller no reside en España, pero que en septiembre se mudará. El periodista, sin embargo, no mostró pruebas de que Beatriz y Jesús Ernesto vivirán en el exclusivo barrio La Moraleja ni de la inscripción de Jesús Ernesto a la Universidad Complutense. Sin dato no hay relato.




