El Parlamento de Israel aprobó de manera preliminar, el pasado 22 de octubre, la anexión de territorios palestinos ocupados en Cisjordania. La decisión fue calificada como “un insulto” por el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, ya que es contraria a la postura del presidente Donald Trump; comunica SPR.
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, también se opone a la llamada “aplicación de la soberanía israelí sobre Judea y Samaria [Cisjordania ocupada]”, por lo que la votación resultó con un estrecho margen: 25 votos a favor y 24 en contra. Se trata de la primera de varias votaciones necesarias para formalizarse como ley, algo que también podría ser impedido por el premier israelí.
La oficina de Netanyahu calificó los hechos como una “provocación política”; mientras que Vance, quien se encontraba en Israel el día de la votación, aseguró que “la política del Gobierno de Trump es que Cisjordania no será anexada por Israel» y que “si esto fue un truco político, fue un truco muy estúpido”.
Al rechazo contra la medida se sumaron más de una docena de países, incluyendo Egipto, Qatar y Arabia Saudita, calificando todos los asentamientos israelíes en Cisjordania como una violación del Derecho Internacional.
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