Descubren el caracol más pequeño del mundo en Coahuila

Un grupo de científicos mexicanos realizó un hallazgo que podría cambiar lo que conocemos sobre la biodiversidad microscópica del planeta: una nueva especie y género de caracol de agua dulce, considerado el más pequeño del mundo.
AguaQuemada

agosto 15, 2025

En lo profundo del semidesierto de Coahuila, oculto entre las rocas de un discreto manantial subterráneo, un grupo de científicos mexicanos realizó un hallazgo que podría cambiar lo que conocemos sobre la biodiversidad microscópica del planeta: una nueva especie y género de caracol de agua dulce, considerado el más pequeño del mundo; publica MILENIO.

El descubrimiento, liderado por investigadores de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), campus Gómez Palacio, tuvo lugar en Los Chorros, una discreta fuente de agua ubicada al sureste de Saltillo, donde la naturaleza guarda secretos que apenas comienzan a revelarse.

Un gigante en miniatura para la ciencia

Alexander Czaja, geólogo, paleontólogo y experto en malacología —la rama de la biología dedicada al estudio de los moluscos—, encabezó la expedición que dio con esta diminuta y tierna criatura durante una recolección de sedimentos, entre finales de 2024 y enero de 2025.

“Desde hace más de 15 años trabajo en la Facultad de Ciencias Biológicas, en el Departamento de Malacología. Nos especializamos en moluscos de agua dulce, particularmente aquellos que habitan en lagos y sistemas subterráneos del norte del país”, explica Czaja.

“Mi enfoque personal es la taxonomía: identificar, describir, clasificar y entender la evolución de las especies.”

Descubren en Coahuila el caracol más pequeño del mundo. (Foto: Cristian Morúa / MILENIO)

Lo que inicialmente parecía una curiosidad entre los granos de arena —una concha casi invisible al ojo humano— se transformó rápidamente en una alerta científica que detonó meses de minuciosa investigación.

Nace el “Microphreatus Saltillensis”

El análisis morfológico reveló que este caracolito no se trataba solo de una nueva especie, sino de un género completamente desconocido hasta ahora. El descubrimiento fue bautizado como “Microphreatus Saltillensis”, un nombre que honra tanto su morfología como su origen geográfico:

“Micro”, en referencia a su ínfimo tamaño.

“Phreatus”, aludiendo a los mantos freáticos donde habita.

“Saltillensis”, en homenaje a la ciudad de Saltillo, cercana al lugar del hallazgo.

“El caracol mide en promedio 0.7 milímetros. Es más pequeño que un grano de arena. Tan diminuto, que su existencia pasó desapercibida hasta ahora”, relata Czaja. “Cuando lo examinamos con microscopio, nos dimos cuenta de que nunca antes había sido descrito. Era algo completamente nuevo.”

Este descubrimiento no fue producto del azar

Durante meses, el equipo comparó los ejemplares recolectados con cientos de registros científicos internacionales. Solo cuando se confirmó que no existía ninguna especie o género similar documentado, se procedió a la redacción y publicación de los resultados.

Adaptado a lo extremo

“Microphreatus Saltillensis” no solo destaca por su tamaño, sino por su sorprendente nivel de adaptación a condiciones extremas. Habita en completa oscuridad, entre partículas de sedimento, en un ambiente donde la luz solar no penetra y los recursos son limitados.

Entre sus características más notables están: la ausencia total de ojos, consecuencia de vivir en penumbra absoluta; una estructura corporal extremadamente reducida, que le permite moverse entre granos de arena, y su capacidad de sobrevivir en entornos con escasos nutrientes y espacio restringido.

“Los organismos subterráneos son verdaderos prodigios de la evolución. La mayoría no tiene ojos porque simplemente no los necesita. Este caracol no solo es ciego, sino que ha reducido su tamaño y fisiología para adaptarse a un mundo invisible”, añade Czaja.

‘Microphreatus Saltillensis’ no solo destaca por su tamaño, sino por su sorprendente nivel de adaptación a condiciones extremas.(Foto: Cristian Morúa / MILENIO)

Hallazgo validado por la comunidad científica internacional

El descubrimiento no tardó en trascender fronteras. Tras siete meses de análisis y redacción, el equipo científico envió la descripción formal del nuevo género y especie a la revista “Zootaxa”, una de las publicaciones más reconocidas en el ámbito de la zoología.

El artículo fue revisado por expertos internacionales y aprobado para su publicación en julio pasado.

El equipo detrás de este logro incluyó a los doctores Gabriel Fernando Cardoza-Martínez, Jorge Luis Becerra-López, José Luis Estrada-Rodríguez; las doctoras Verónica Ávila-Rodríguez y Ana Alejandra Valenzuela-García, así como al maestro en ciencias Fernando Alonzo-Rojo.

“Es un trabajo de colaboración multidisciplinaria. Sin el apoyo de especialistas en biología, taxonomía, ecología y geología, esto no habría sido posible”, enfatiza Czaja.

Ciencia bajo el microscopio

Debido al tamaño microscópico de los ejemplares de este caracol, fue necesario recurrir a técnicas avanzadas como la microscopía electrónica para estudiar su morfología con precisión. Se realizaron mediciones detalladas, se mapearon los puntos de hallazgo y se llevaron a cabo las primeras observaciones sobre su hábitat y comportamiento.

Hasta el momento, “Microphreatus Saltillensis” ha sido encontrado únicamente en un punto específico del manantial de Los Chorros, lo que lo convierte en una especie “endémica”, es decir, exclusiva de ese ecosistema. Este nivel de especialización lo vuelve particularmente vulnerable a cambios en su entorno.

Los Chorros que se localiza en el municipio de Arteaga, al sureste del estado de Coahuila. Está a aproximadamente 17 kilómetros de Saltillo, lo que se traduce en un trayecto de unos 15 minutos en automóvil. Por otro lado, hacia Monterrey, la distancia desde Arteaga oscila entre 87 y 93 kilómetros, lo que implica un viaje por carretera de alrededor de una hora y cinco minutos.

Un enigma evolutivo por resolver

El descubrimiento, lejos de cerrar un capítulo, ha abierto muchas nuevas preguntas. ¿Cómo se reproduce este caracol? ¿Qué función cumple en su ecosistema? ¿Qué tan antiguo es su linaje evolutivo? ¿Podría haber otras especies similares esperando ser descubiertas?

“Este es solo el principio”, señala Czaja.

“Sabemos que los ecosistemas subterráneos albergan especies únicas, pero aún estamos en pañales en cuanto a su estudio. Nos falta entender cómo interactúan, cómo sobreviven y qué papel desempeñan dentro del equilibrio ecológico.”

Un motivo de orgullo para el norte de México

Más allá de su importancia científica, “Microphreatus Saltillensis” representa un motivo de orgullo para la comunidad académica del norte del país.

En palabras del investigador: “Este descubrimiento no solo enriquece la literatura científica internacional, también es un recordatorio del valor biológico de nuestra región. Pone a Coahuila y Durango en el mapa global de la biodiversidad.”

El hallazgo es un llamado a mirar con mayor atención los rincones olvidados del planeta. Porque incluso en los lugares más remotos, entre las sombras de un manantial subterráneo, la vida sigue reinventándose —y sorprendiendo— a quienes se atreven a buscar.

Imagen portada: MILENIO

https://www.milenio.com/ciencia-y-salud/descubren-en-coahuila-el-caracol-mas-pequeno-del-mundo

Fuente:

// Con información de MILENIO

Vía / Autor

// Staff

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